Santa Rosa de Lima, también conocida como la Patrona de América, Filipinas y Las Indias Orientales, fue reconocida por ayudar al prójimo. Es así que abrió una casa donde albergaba a diferentes enfermos y de diversas clases sociales, pues su consigna siempre fue ayudar sin distinción alguna. 

Isabel Flores de Oliva, su nombre verdadero, siempre tuvo una inclinación a la vida religiosa y fue así como decidió unirse a la orden de Santo Domingo, pero no quiso permanecer en el convento sino que consideró que podría hacerlo desde casa. Desde entonces su nombre se transformó en Rosa de Santa María, pues su madre tuvo un sueño donde su rostro se abría como una hermosa rosa.

Santa Rosa murió a los 31 años a causa de una tuberculosis y en 1671 fue canonizada.